Por: Miguel Jacinto
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino” (Salmo 119:105, LBLA).
Cuando era un niño de nueve años, tenía que caminar tres cuadras desde donde me bajaba del autobús hasta mi casa. Ese camino era muy oscuro, con muchos baches y cuando llovía era un pantano. Cada vez que caminaba por este lugar me daba mucho temor y me angustiaba el hecho de que no había postes de luz eléctrica para poder ver con claridad donde ponía mis pies.
El mundo es un camino oscuro
Nuestro transitar por este mundo es similar a aquel camino. Existe oscuridad por todas partes. Hay peligros en cada esquina o veredas. La densa oscuridad y la neblina en la vida impiden que podamos ver con claridad. No es fácil distinguir lo que es genuino o lo que tiene mayor valor. El mundo en general vive en una patente oscuridad. Los valores morales y espirituales son una luz que guía nuestra vida para no ser víctima de la maldad y la confusión que impera en este mundo alejado de Dios.
La Biblia alumbra nuestro caminar
La Biblia es un gran recurso de luz que Dios ha puesto en nuestras manos. Los principios emanados de sus preciosas páginas iluminan el camino espiritual que debemos seguir. Jesus dijo a sus discípulos: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad… y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13). El Espíritu Santo nos ha revelado las Sagradas Escrituras para entender la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Permitamos que la Biblia alumbre
Estimado hermano, la Biblia es una lámpara que ilumina nuestro camino sobre la tierra. Debemos estudiarla y meditar diariamente en ella para que nuestros ojos espirituales permanezcan abiertos y podamos saber cómo guiar a otros a los pies de Cristo. El Espíritu Santo siempre ha utilizado la Biblia para convencer al mundo de pecado de justicia y de juicio. Comprometámonos en este nuevo año para que la luz de Cristo alumbre a todos los que se encuentran alrededor de nosotros compartiendo lo que aprendemos en nuestra lectura bíblica diaria.
