Por: Miguel Jacinto
“Y vosotros, padres, no provoquéis á ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4, RVA).
Se cuenta que un padre quería enseñar a sus hijos acerca de la disciplina y el respeto a las leyes. En una oportunidad el padre cometió una infracción de tránsito, y en lugar de pagar la multa y ser libre, decidió pagar con la cárcel. El padre les dijo a sus hijos que todas las buenas o malas decisiones tienen consecuencias y debemos estar dispuestos a enfrentarlas para aprender a ser obedientes y respetuosos de las leyes tanto terrenales como espirituales.
La comisión de Dios
Dios ha comisionado a los padres a cuidar, criar en disciplina y amonestación del Señor a los hijos. Él encomienda a los padres la crianza de sus hijos. Delante del Señor, el varón es el responsable primario de la familia. Teológicamente el varón fue creado primero, y por consiguiente recibe una posición de autoridad y responsabilidad delegada por el Padre celestial (1 Timoteo 2:13,14). La esposa y los hijos son elementos y recursos que Dios da a los varones sobre los cuales se ha de edificar la familia. Al final de los tiempos Dios llamará a los varones casados para que se presenten delante de Él y den cuenta de su responsabilidad familiar.
Buscando la voluntad de Dios
Amigo, si usted es casado y padre de familia, Dios le ha bendecido y delegado una responsabilidad especial. Nuestro deber es buscar la sabiduría divina para guiar con amor a nuestras esposas y a nuestros hijos en los caminos de Dios. Debemos consultar diariamente el instructivo (la Biblia) que Dios nos ha dado para conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas y la de nuestras familias. En este año que recién comienza tenemos una nueva oportunidad para comprometernos a cuidar, criar y guiar a nuestras familias para que florezcan y sean un instrumento de bendición a otras familias creyentes, pero también a la sociedad en la que Dios nos ha puesto.
¡Feliz y Bendecido Año 2024!
