El cristiano y la política

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Por: Miguel Jacinto

Muchos cristianos han sido enseñados que no deben participar en la política porque es corrupta. Jesus no fue político, ni estadista ni revolucionario social y, sin embargo, su mensaje tiene el poder para transformar la vida de la sociedad. La Biblia promueve el progreso, el trabajo, la dignidad y la redención integral del ser humano a través de la obra redentora de Cristo en nosotros. Una perspectiva bíblica balanceada promueve la responsabilidad civil y política del creyente en la sociedad.

José, Daniel, David

El mensaje de Jesús afectó la vida política y social de su época. Trajo un nuevo paradigma de justicia y libertad a partir del servicio, la justicia y el amor. Los cristianos pueden participar en la política tomando como base los principios y lineamientos del Evangelio siendo sal y luz en este mundo (Mateo 5:13-16). José, Daniel, David fueron servidores de Dios en las diferentes plataformas del poder político de su tiempo. Su éxito fue congruente con el llamado que Dios les hizo. El creyente llamado por Dios al quehacer político debe combatir la politización de la iglesia viviendo y promoviendo la honestidad y la integridad moral y espiritual.

Apoyar a creyentes políticos

La Biblia nos exhorta a apoyar a creyentes piadosos, preparados y llamados por Dios al ruedo político para glorificar Su nombre en estas delicadas funciones y salir bien en esa arena movediza de la política, tal como lo hicieron José, Daniel o Ester. El cristiano debe evitar el fanatismo político para impedir ser víctimas del engaño de falsas expectativas. Debemos orar ardientemente y votar por los lideres y servidores públicos que sean afines a nuestra cosmovisión bíblica. ¡Feliz mes de la Independencia de los Estados Unidos!