Un estudiante sobresaliente

Share

Por: Dolly Martin

El Señor envió al rey Nabucodonosor de Babilonia contra Judá y entregó en sus manos al rey Joacím.  Llevó a miles del pueblo de vuelta con él y sus soldados a Babilonia como esclavos. Entre ese grupo estaba Daniel y sus tres amigos Ananías, Misael y Azarías quienes en ese tiempo tendrían cerca de 14 años.

Instrucciones del rey

El rey mandó escoger y entrenar jóvenes israelitas para servir en su corte. Jóvenes del linaje real y de los nobles, atractivos, sin defecto, guapos, educados, capaces de servir en la corte del rey. Los escogidos serían educados por tres años en las mejores universidades de Babilonia donde tomarían cursos en el idioma, la escritura y cultura de los caldeos. Ser escogido para este entrenamiento era un gran honor porque gozarían de ciertos privilegios incluyendo comer a diario de la mesa del rey y la oportunidad de servir en la corte real. Daniel y sus tres amigos estaban en el grupo de los jóvenes seleccionados para esta oportunidad única.

La decisión de Daniel

Aunque parece extraño, Daniel no quiso comer la comida del rey porque el menú incluía carnes que habían sido ofrecidos a ídolos y algunas de éstas incluso estaban entre aquellas que Dios había mandado a su pueblo no comer. Aunque todos los estudiantes eran jóvenes judíos que se supone debieran seguir las mismas leyes alimenticias, solo Daniel y sus amigos tenían la convicción de seguir estos mandamientos aunque estaban lejos de Israel, lejos de sus padres, y lejos de los sacerdotes que enforzaban estas reglas.

Daniel se armó de valentía y se acercó a Aspenaz, jefe de los funcionarios para pedir que no fuera obligado a comer la comida del rey. En Daniel 1:9 leemos, “Dios concedió a Daniel que se ganara el afecto y la buena voluntad del jefe de los funcionarios”.

Aspenaz temía que Daniel y sus amigos se debilitaran con una dieta de legumbres y agua pero tenía otros asuntos que atender así que asignó a un inspector a cargo de Daniel y sus amigos. Daniel le propuso al inspector que les probara por diez días, comiendo vegetales y tomando agua, comparar sus rostros con los de los otros jóvenes y luego decidir qué hacer. El inspector acepta la propuesta y al cabo de diez días, para su sorpresa, Daniel y sus amigos se vieron MAS saludables que los otros jóvenes comiendo la comida del rey. Satisfecho que los vegetales no estaban debilitando a los jóvenes, el inspector siguió retirando los “manjares” y el vino del rey y les traía legumbres y agua.

Es posible que todo esto se hacía a la vista de los otros jóvenes y todos los que servían la comida a los estudiantes. Sin duda este acto de obediencia a los mandatos del Señor a una edad muy vulnerable cuando la opinión de los compañeros es importante habrá sido muy difícil para estos cuatro.

Sus estudios y examen final

Durante los próximos tres años, los jóvenes judíos asistieron a las clases con el currículo que el rey les asignó. Pero Dios tenía su ojo puesto en los cuatro varones de la tribu de Judá quienes le amaban con todo su corazón y querían agradarle aun a gran sacrificio. En Daniel 1:17 leemos, “A estos cuatro jóvenes Dios los dotó de sabiduría e inteligencia para entender toda clase de literatura y ciencia. Además, Daniel podía entender toda visión y todo sueño”. 

Al completar sus estudios, Aspenaz trajo a todos los jóvenes delante del rey Nabucodonosor para que los evaluara. Daniel y sus amigos sobresalieron más que todos los otros jóvenes educados con ellos. Daniel 1:19 dice, El rey habló con ellos, y no se encontró entre todos ellos ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Así se presentaron al servicio del rey. Aparentemente, los únicos que aprobaron el examen fueron Daniel y sus amigos. Su sacrificio valió la pena y a los 17 años los cuatro recibieron puestos de autoridad en el gobierno de Babilonia.

Diez veces más sabios

Ellos se unieron al grupo de consejeros a los que el rey consultaba con frecuencia y la Biblia dice que aun allí, estos se destacaron por su sabiduría. Daniel 1:20 “En todo asunto de sabiduría y entendimiento que el rey les consultó los encontró diez veces mejores que todos los magos y encantadores que había en todo su reino”. Note que ellos eran diez veces más sabios que todos los consejeros que tenía el rey en todo su reino. Eso es realmente impresionante.

El Señor busca a personas que sigan sus leyes y mandamientos de todo corazón. Jesús dijo, “Escudriñen las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí”. (Juan 5:39) Si usted nunca ha tomado un curso Bíblico, le animo a considerarlo. En la página dos tenemos una lista de institutos bíblicos. Revise la lista, visite los sitios para más información y anímese a estudiar.